Los comentarios triviales del estilo “compra bajo y vende alto”, aunque técnicamente ciertos, en realidad no sirven para nada. Primero, porque solo constatan lo obvio y segundo, en el caso del ejemplo, porque no es tan fácil determinar si una acción está verdaderamente alta o baja cuando se entra en una operación.
El trading revela con frecuencia el optimismo natural del ser humano. Una asombrosa cantidad de traders se aferra a sus operaciones mucho más allá de lo razonable, simplemente porque están convencidos de que la situación dará un vuelco.
Con el trading de acciones no se opera el producto en sí mismo, sino con su evolución en el mercado. Cuanto más progresa una acción a favor de la posición que has abierto, más beneficio conseguirás. Por el contrario, cuanto más se aleje en dirección contraria a tu posición, más dinero perderás.
Antes de entrar una operación, tienes que decidir a partir de qué punto saldrás para limitar tus pérdidas si las cosas no van bien. Deberías respetar esa decisión en lugar de ir cambiando los parámetros cuando veas que las cosas se van torciendo. Siempre es posible que el valor de la acción vuelva a ponerse a tu favor en algún momento, pero nunca sabrás si será lo suficientemente pronto como para no agotar todos tus fondos.